sábado, 15 de agosto de 2009

TERMINATOR SALVATION, o Las crónicas de John Connor


Hace unas entradas, planteaba mis dudas con respecto a esta nueva entrega de Terminator y su futuro.

Pues bien: muy a pesar de su director (se salva, pero en manos de algún otro hubiera sido aún mejor producto), supera el examen con nota.

Bale y Worthington están perfectos en sus papeles. En el caso de Christian Bale estamos acostumbrados, sobretodo a verle revitalizar sagas, pero la gran revelación aquí es Sam Worthington, al que le espera un futuro inmejorable (AVATAR, la nueva en 3D de James Cameron (él lo sugirió para el papel), y las nuevas versiones de 20000 LEGUAS DE VIAJE SUBMARINO y FURIA DE TITANES).

Pero lo mejor de T4 es jugar con la baza de que, sin serlo, esto sea una precuela (hay que tener en cuenta que, aunque la acción transcurre años después de sus predecesoras, en realidad todo ocurre antes de que Connor envíe al que será su padre a salvarlos a él y a su madre).

Ojo pedazo de spoiler Así podemos disfrutar de frases ya míticas como "VOLVERÉ" o "VEN CONMIGO SI QUIERES VIVIR", ver la famosa foto de LINDA HAMILTON (como se la hechaba de menos en la 3) en la gasolinera, oír la voz de la actriz en las grabaciones hechas para su hijo en el pasado, conocer al padre de Connor algo más joven (la peli gira en trono a él) y, sobretodo, el espectacular cameo de Schwarzenegger (para mi el momento más espectacular (emocionalmente hablando) de la peli) fin pedazo de spoiler.

Es de agradecer seguir viendo a Michael Ironside (nuestro Tyler de V) apareciendo en papeles secundarios, que le vienen al pelo.

En fin, que larga vida a los terminators.

Soy Juan Carlos, y si estáis leyendo esto, sois la resistencia.

viernes, 14 de agosto de 2009

TRANSFORMERS 2 vs G.I.JOE, o Cantidad vs calidad



Primero, siguiendo con mi lucha por los sin sentido de los encargados de doblar películas y sus títulos, me quito de encima el tema y paso a hablar de las pelis. Vamos a ver: si traducimos el título "revenge of the fallen" por "la venganza de los caídos", llama al malo protagonista "el caído", no "the fallen", así no nos haremos un lío, o nos rechinarán los dientes en el cine cada vez que lo oigamos.

Y ya.

Espero que en la tercera parte de Transformers (que la habrá), el Sr.Spielberg ate más corto al Bay, y le vigile más de cerca, porque la película es "más" que su antecesora. "Más" larga. Con "más" efectos, "más" transformers, "más" duración... y "más" fallos de guión, "más" desorden... "más" incomprensible, lo cual para un producto veraniego palomitero no es muy halagador.

Si algo me molesta del reciente cine de acción, es ver una escena y no enterarte de lo que ha pasado, por la cantidad de escenas mal montadas y la fea costumbre de acercar tanto la cámara para que luego se vean bien en televisión.

Y de los actores, mejor no hablar. Tener que decir que John Turturro está mal, ya es suficiente.

Todo esto se enfrenta a la habitual calidad como director (que nadie se tire de los pelos, no "buen director" como Capra, Wilder o Spielberg) de Stephen Sommers (un buen director de cine de acción (la primera que le reconozco fue un producto, casi de serie B, que en España pasó sin pena ni gloria, DEEP RISING, pero muy divertida y entretenida)).

Entretenida, bien hecha (te enteras perfectamente de cada una de sus escenas de acción) y bien interpretada (la única pena es ver a Dennis Quaid (me encanta) relegado, en una peli de acción, al papel de jefe en la última línea de combate (que le vamos a hacer, los años)).

Además te guía muy bien por el universo de los "Joes", mostrándonos ojo spoiler no sólo el origen de los buenos, si no también el de los principales cabecillas de la siniestra organización COBRA, así como la propia organización fin spoiler.

El director siempre soñó con hacer una de James Bond, pero no del de ahora (muy bueno, pero no es James Bond (es el hermano mayor de Bourne)), si no del de toda la vida. Del tipo de películas protagonizadas por Sean Connery y Roger Moore, llenas de gadgets y situaciones increíbles, nunca mejor dicho. Y con está encontró su gran oportunidad.

Esperemos que la cordura impere, y ya que tendremos que aguantar una nueva de los robots, podamos hacer lo mismo con los "joes".

sábado, 8 de agosto de 2009

HARRY POTTER Y EL MISTERIO DEL PRÍNCIPE, o El principio del fin





Porque en esta sexta entrega ya se nota que se acerca el final, aunque los señores de Warner nos lo quieran alargar más de lo indicado.

Para empezar, de nuevo protestar por el mal uso de las traducciones, no sólo en los diálogos y títulos de películas, si no también en el de los libros. Vamos a ver. Sabemos desde las primeras entregas que a los magos hijos de muggles, se les llama, despectivamente, "sangre sucia" en castellano, o en inglés, "half-blood". Bien. El título original de la novela y la película es "Harry Potter and the half-blood prince". El problema empieza cuando aquí lo traducimos como "príncipe mestizo". No te enteras de qué significa el título ni a que viene ese nombre, porque hasta la fecha se les llamaba sangre sucia, no mestizos. Y luego, dentro de la historia, sí se les llama como siempre. En fin. El lío de siempre.

Pero lingüística aparte, estamos ante una de las mejores entregas de la saga, pese a lo que sus detractores argumentan: parece una película de teenagers, una historia de jóvenes que se enamoran y hacen el tonto por ello. Pues en buena parte de su metraje lo es. Pero es que Harry y sus amigos ya están en la edad. Lo contrario sería lo extraño. Entre hechizo y hechizo, las hormonas hacen de las suyas, y generan situaciones divertidas, que aligeran un poco (hay que pensar en el público más joven) la oscuridad y tensión del film.

Siento que ya sea firme la decisión de dividir el último de los libros de la saga en dos películas, porque eso puede perjudicar a la continuidad de la historia.

Efectos especiales espectaculares, algunas escenas con una magnífica factura, y una historia que que te deja (es su pretensión) pidiendo más. De nuevo Harry no defrauda a sus seguidores.

Lástima que esto se acabe.

sábado, 1 de agosto de 2009

Up, o Hasta el infinito y más allá




Cada nueva película, PIXAR hace lo imposible. Nos vuelve a encandilar. Vuelve a regalarnos una joya, una nueva obra maestra, pero ya no sólo del cine de animación, si no del CINE con mayúsculas.

Parece imposible, todos esperan "con la siguiente se darán el batacazo", pero no. Así como su madrina, que se ha acabado convirtiendo en una suerte de Cenicienta, DISNEY, lleva una carrera en los últimos años bastante irregular, Pixar va "in crescendo". Y no parece que la cosa vaya a cambiar, dado su próximo proyecto, un valor seguro llamado TOY STORY 3.

Up es una película bonita (hacía mucho que no usaba ese termino, para mi tan especial, en una película de reciente estreno), tierna, emotiva, emocionante, divertida...

Con Pixar me suele ocurrir que, cuando leo la base de la película, su premisa inicial... no se... no me apetece verla. Me parece que va a ser un torro. ¿Unos coches que hablan? ¿Un robot sólo en la Tierra en una película casi muda? ¿Un viejo que ata globos a su casa para salir volando?. A todo parece que no le veas de donde sacar una historia de 90 ó 120 minutos. Y luego llegas al cine, y te quedas pegado a la butaca durante todo el metraje, sin poder más que reír, llorar y disfrutar del espectáculo.

El arranque de Up es sublime. Una maravilla, que cuenta toda una historia en apenas unos minutos y viene a demostrar que, una película de animación, bien puede ser vista como una película de imagen real, sin ningún complejo. Después, iremos encontrando otros momentos inolvidables, como cuando descubrimos junto a Carl, sentado en su sofá tras mil peripecias (y a falta de otras tantas), el secreto que esconde el álbum de fotos y recortes, leitmotiv de la historia. Es un momento tan emocionante como el de cualquier otra película clásica con la que la queramos comparar.

En definitiva, una película completa, que gustará a los niños y encandilará a los mayores. Pixar a superado lo insuperable, después de su anterior Obra Maestra, WALL-E, y ahora se ha puesto el listón muy alto (demasiado, quizás) a nivel artístico, porque como entretenimiento, seguro que no dejará de superarse en mucho tiempo.